Ministerio de Salud Limita los Productos de Tabaco Calentado en Argentina
A través de la Resolución 565/2023, publicada hoy en el Boletín Oficial, el Ministerio de Salud de la Nación indica que ya no se permitirá la importación, distribución, comercialización y publicidad de los «Productos de Tabaco Calentado» (PTC).
La medida pretende restringir el uso de este tipo de productos, que se consideran perjudiciales para la salud. De esta manera, el objetivo es proporcionar a las personas información fiable basada en evidencia científica sobre las consecuencias del consumo de tabaco en todos sus formatos.
Los Productos de Tabaco Calentado utilizan un dispositivo eléctrico que calienta un cigarrillo especial que contiene tabaco reconstituido a una temperatura que no produce combustión. Aunque se promocionan como productos de riesgo reducido, ningún estudio independiente ha demostrado que sean inofensivos para la salud. Por el contrario, algunos estudios han demostrado que contienen muchas de las sustancias tóxicas que se encuentran en los cigarrillos convencionales, en algunos casos en concentraciones más elevadas.
Esta iniciativa forma parte de una serie de acciones llevadas a cabo por la Dirección Nacional de Abordaje Integral de las Enfermedades No Transmisibles (DNAIENT), como parte del cumplimiento de los objetivos del Programa Nacional de Control del Tabaco (PNCT). El objetivo es prevenir la iniciación en el consumo de tabaco, reducir el consumo, proteger a la población de la exposición al humo de tabaco ambiental y promover la cesación tabáquica en la población.
El consumo de tabaco es uno de los principales factores de riesgo para las enfermedades no transmisibles. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el tabaquismo es la principal causa de muerte evitable en los países desarrollados, y también la causa más importante de años de vida perdidos y/o vividos con discapacidad. En Argentina, se estima que 40.000 personas mueren cada año por esta causa.
El tabaco está directamente relacionado con la aparición de muchas enfermedades, principalmente diversos tipos de cáncer (pulmón, laringe, faringe, riñón, hígado, vejiga, entre otros); enfermedades cardiovasculares (infartos, accidentes cerebrovasculares, aneurismas); enfermedades respiratorias (bronquitis crónica y enfermedad pulmonar obstructiva crónica); e infecciones respiratorias recurrentes.
Siempre es posible dejar de fumar, y con ayuda, es más probable tener éxito. El Ministerio de Salud ha desarrollado diversas estrategias para apoyar a las personas que quieren dejar de fumar, a las que se puede acceder desde el siguiente enlace https://www.argentina.gob.ar/salud/consumo-de-tabaco/como-dejar-de-fumar.
También existen Centros de Cesación Tabáquica en Argentina, que cuentan con equipos de salud capacitados para ayudar a las personas que tienen esta adicción. https://www.argentina.gob.ar/salud/consumo-de-tabaco/como-dejar-de-fumar/centros-de-cesacion-tabaquica-en-la-argentina.
Cuando las personas dejan de consumir tabaco, obtienen beneficios inmediatos y a largo plazo para la salud. Según la evidencia científica, dentro de los 20 minutos de dejar de fumar, la frecuencia cardíaca y la presión arterial disminuyen. En las siguientes 12 horas, el nivel de monóxido de carbono en la sangre desciende a valores normales. Después de 2-12 semanas, la circulación sanguínea mejora y la función pulmonar aumenta. Entre 1-9 meses, la tos y la dificultad para respirar disminuyen, y en 1 año, el riesgo de enfermedad coronaria es un 50% menor que el de un fumador.
Después de 5 años de dejar de fumar, el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular disminuye. En 10 años, el riesgo de cáncer de pulmón disminuye al 50% del de un fumador, y también disminuye el riesgo de cáncer de boca, garganta, esófago, vejiga y páncreas. Después de 15 años, el riesgo de enfermedad coronaria es el de un no fumador.
Promover hábitos alimentarios saludables, actividad física regular, limitar el consumo de alcohol y evitar las sustancias del tabaco previenen las enfermedades no transmisibles y promueven una mejor vida en la comunidad. Es importante recordar que el control del tabaco es una responsabilidad compartida y que todos pueden contribuir a promover un entorno más saludable.
Además de las medidas adoptadas por el Ministerio de Salud, es fundamental concienciar sobre los riesgos asociados al consumo de tabaco y los beneficios de dejar de fumar. Esto puede lograrse mediante campañas educativas, grupos de apoyo y la participación de profesionales sanitarios en la promoción del abandono del tabaco.
También es crucial implementar y hacer cumplir políticas que regulen los productos de tabaco, como aumentar los impuestos sobre los productos de tabaco, prohibir fumar en espacios públicos y prohibir la publicidad y el patrocinio del tabaco.
Trabajando juntos, podemos lograr un futuro libre de tabaco y promover una sociedad más saludable y sostenible.